Mientras el gobierno de Javier Milei pregona una “austeridad” que se siente en cada rincón del Estado, la Secretaría de Comunicación, dirigida por Manuel Adorni, destina $30.000 millones a su gestión. Además, cuenta con 250 empleados: en lugar de recortar el gasto, la comunicación oficial parece ser una prioridad en el gobierno de los «ajustes».

El discurso de “motosierra” y ajuste fiscal que Javier Milei exhibe en cada anuncio contrasta de lleno con la realidad de la Secretaría de Comunicación y Medios, liderada por el vocero presidencial Manuel Adorni. En su último informe de gestión ante la Cámara de Diputados, el jefe de Gabinete Guillermo Francos admitió que el área maneja un presupuesto cercano a los $30.000 millones anuales y cuenta con 249 empleados, un 25 % más que en la administración anterior.

Entre noviembre de 2024 y marzo de 2025 la planta creció en 40 colaboradores, mientras otras dependencias estatales sufren recortes y despidos masivos. Pese a que la Secretaría fue creada apenas el 17 de septiembre de 2024 por el Decreto 834/2024 y sólo recibió su primer presupuesto formal en enero de 2025, ya gestionó más de $25.412.859.403 a través de la Decisión Administrativa 3/2025, sin contar los créditos adicionales asignados a la Secretaría de Prensa para “misiones y funciones” específicas.

Más allá de la logística, el contraste político resulta aún más evidente cuando se cruzan cifras: mientras el Gobierno recorta subsidios al transporte, ajusta partidas en salud y congela salarios de estatales, la Secretaría de Adorni crece en presupuesto y personal bajo la promesa de “llevar el mensaje” de un modelo que, en los hechos, prioriza su aparato de propaganda por sobre la prestación de servicios esenciales.

En definitiva, el balance de estos primeros 500 días refuerza la sensación de que la austeridad es, al menos en comunicación oficial, «a medida». El mismo vocero que empuñó una motosierra frente a la sede de gobierno porteño evitó aplicarla en su despacho, donde ahora maneja recursos millonarios y mantiene casi 250 empleados. Para los libertarios, la coherencia es una máxima; para el equipo de Adorni, parece una excepción.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *